Cada uno tenemos un concepto distinto de lo que significa ser feliz. Debido a nuestras creencias, la felicidad puede asociarse con el placer, el poder, el bienestar material y el reconocimiento de los demás, entre otros. Esta es breve si no nos hemos sentido felices en el camino hasta la consecución de nuestro objetivo. A lo largo de la historia muchos filósofos se han cuestionado ¿qué es? ¿cómo conseguirla? Aristóteles decía “Todos estamos de acuerdo en que queremos ser felices, pero en cuanto intentamos aclarar cómo podemos serlo empiezan las discrepancias”. Él defendía el (eudemonismo), la felicidad del ser humano es autorealizarse. A su vez, Platón afirmaba “El hombre que hace todo lo que le lleve a que la felicidad depende de el mismo, no de los demás, ha adoptado el mejor plan para vivir feliz”. Por su parte, la Real Academia la define como un estado de “satisfacción física y espiritual”, lo que encaja con la filosofía de Platón, que se basa en conseguirla a través del crecimiento personal. Muchas veces la confundimos con la alegría, la cual es un estado emocional efímero. La felicidad perdura en el tiempo.
Si nos preguntamos cuando nos hemos sentido realmente felices, todos lo asociaríamos a un estado de bienestar (físico, mental y espiritual). Realmente, la felicidad desde nuestro enfoque sería producto de nuestra armonía interna, un río que converge en la paz que todo ser llevamos dentro. Para ayudarte a conseguirlo te ofrecemos nuestras Técnicas de Libertad Emocional, con la cuales y a tu ritmo, obtendrás las herramientas necesarias para gestionar tus emociones negativas. Te dejamos las siguientes preguntas ¿qué es para ti la felicidad? ¿qué necesitas en estos momentos de tu vida para ser feliz? ¿para qué quieres lograr ese objetivo? ¿qué puedes hacer para lograrlo?